Los procesos de regeneración tisular llevan un tiempo, está claro, sin embargo que el tejido o la estructura estén recuperadas no significa que el individuo esté preparado para volver a competir.
Es habitual escuchar por los medios o incluso por algunos profesionales afirmaciones del tipo:
“Después de una lesión de Ligamento cruzado anterior (LCA) se tarda 6 meses para volver a jugar a futbol”
Y así con diferentes lesiones y deportes.
Sin embargo cada individuo se adapta y se recupera en tiempos diferentes además si no pasa por un proceso de readaptación deportiva, difícilmente podrá volver a jugar a futbol después de una rotura de LCA.
¿Es el tiempo un buen indicador de mi estado de preparación?
Si nos basáramos solo en el tiempo para tomar decisiones en todo el proceso de readaptación es muy probable que el 99% de nuestros clientes no se recuperaría de forma óptima.
Necesitamos diferentes indicadores para saber cómo evoluciona la recuperación de una persona, entre ellos:
- Dolor
- Movilidad
- Fuerza
- Simetrías
- Tolerancia a la carga
- Seguridad
- Ansiedad
- Peso
Estos son solo algunos de los factores que deberíamos controlar y evaluar en el proceso de readaptación.
¿Cuándo puedo volver a jugar?
Esta es la pregunta que más me han hecho durante todos los años que me dedico a la readaptación físico-deportiva.
Mi respuesta siempre ha sido: “DEPENDE”
Depende del “tiempo” (ahora sí) que tardemos en alcanzar todos los objetivos de la readaptación.
En cada fase habrá que establecer objetivos para avanzar a las fases sucesivas, solo cuando se hayan conseguidos todos los objetivos de la readaptación podremos volver de forma más segura a nuestro deporte o trabajo.